¿Quién
no ha visto alguna vez la película "Troya"? o incluso haber leído la novela la
"Ilíada" de Homero. En resumen, prácticamente la ciudad de Troya después de
muchos años seguía impenetrable, ante esta situación los griegos construyeron
un enorme caballo de madera alojando internamente a los mejores Guerreros para
disimular un símbolo de respeto o de adoración pero el fin era acabar con los
Troyanos y ¿qué sucedió? los Troyanos fueron destruidos junto a su ciudad.
Los
líderes del Partido del Trabajo y del Partido Encuentro Social han comenzado a
traicionar a MORENA después que les abrieron las puertas, está claro que no es
una generalización, pero al menos si los más importantes. Tal parece que Osorio
Chong ha recuperado el poder del Partido Encuentro Social o nunca perdió ese
control, y que lo que buscaba era atacar en el momento preciso a Andrés Manuel;
el PT hace lo suyo.
Entonces,
¿qué sigue? salir a votar y votar por MORENA solamente y no por mas traidores, desde luego por sus Diputados y Senadores; también convencer a más personas que
es una oportunidad histórica que se nos presenta y que no la podemos dejar ir,
no para que nos mantengan el gobierno, sino para que se dejen de tanta
corrupción, violencia y todo aquello que ha dejado a México convulsionando;
también nos queda la tarea de cuidar el voto el 1 de julio.
Es
cierto, existe la posibilidad de que si gana AMLO las cosas no cambien o
incluso empeoren, pero también existe la otra posibilidad, la posibilidad que
millones de mexicanos le vamos a apostar y es esa pequeña posibilidad entre un
sin fin de posibilidades de que mejore la situación de México; y si algo he
aprendido en estos largos años es que todo es posible.
En lo personal le
apuesto a esa insignificante posibilidad de mejorar la situación del país, no importa
si nos llaman populistas, chairos o alguna otra forma para tratar de
humillarnos o insultarnos, pero prefiero estar del lado que le aposto y estuve
a favor de sacar adelante a México y no aquel que estuve apostándole a sus
intereses más destructoras y egoístas.
Y ante estas traiciones, no debemos de preocuparnos, porque los verdaderos aliados de Andres Manuel y de todos aquellos que en verdad luchan por un verdadero cambio no son los partidos, ¡son en realidad el pueblo trabajador de México!