PARA CONOCER HAY QUE SEPARAR |
Primero, el todo es igual a la suma de sus partes, de
esta manera, si a cantidades iguales se les añaden cantidades iguales, las
sumas resultantes también son iguales, mientras que el todo es más que la suma
de sus partes.
Aristóteles dijo que “el todo es más que la suma de sus partes” en el libro de Metafísica, que se encuentra después de la Física.
En la holística se refiere a la manera de ver las cosas enteras, en su totalidad, en su conjunto, en su complejidad, porque de esta forma se pueden apreciar interacciones, particularidades y procesos que por lo regular no se perciben si se estudian los aspectos que conforman el todo, por separado y la parte contiene al todo, frase de Edgar Morin: “el todo está en cierto modo incluido en la parte que está incluida el todo” .
En la geometría fractal está involucrado desde el orden en que se pueden visualizar las imágenes fractales, en las que seleccionamos otra parte muy pequeña, a simple vista de forma informe, cuando aumentamos la imagen observamos como repite la imagen esencial del fractal. Si de esa parte seleccionamos otra se repetirá lo mismo.
Aristóteles dijo que “el todo es más que la suma de sus partes” en el libro de Metafísica, que se encuentra después de la Física.
En la holística se refiere a la manera de ver las cosas enteras, en su totalidad, en su conjunto, en su complejidad, porque de esta forma se pueden apreciar interacciones, particularidades y procesos que por lo regular no se perciben si se estudian los aspectos que conforman el todo, por separado y la parte contiene al todo, frase de Edgar Morin: “el todo está en cierto modo incluido en la parte que está incluida el todo” .
En la geometría fractal está involucrado desde el orden en que se pueden visualizar las imágenes fractales, en las que seleccionamos otra parte muy pequeña, a simple vista de forma informe, cuando aumentamos la imagen observamos como repite la imagen esencial del fractal. Si de esa parte seleccionamos otra se repetirá lo mismo.
Descartes y la separación de las disciplinas
El método de
Descartes y su esfuerzo por la segregación de las disciplinas. Él busca
reglas fijas para descubrir verdades, no para defender tesis o exponer teorías,
por eso el procedimiento matemático es el que, desde un principio, llama
poderosamente su atención; este procedimiento se encuentra realizado con máxima
claridad y eficacia en el análisis de los antiguos. Por lo anterior el análisis
consiste en admitir aquello mismo que se trata de demostrar y, partiendo de ahí
reducir, por medio de las consecuencias, adentrándonos a la división y la
separación del conocimiento.
También, Descartes nos habla, de lo que es el análisis
en un pasaje de la geometría; si se quiere resolver un problema, hay que
considerarlo primero como ya resuelto y poner nombres a todas las líneas que
parecen necesarias para construirlo, tanto a las conocida como a las
desconocidas. Luego, sin hacer ninguna diferencia entre las conocidas y las
desconocidas, se recorrerá la dificultad, según el orden que muestre, con más
naturalidad, la dependencia mutua de unas y otras.
La unidad del saber humano: metafísica
Ahora bien en lo que se refiere a la metafísica, la
noción del método, la teoría del conocimiento y la metafísica de Descartes, la
idea fundamental de la unidad del saber humano, se representa bajo la forma
seguida y enlazada de la geometría, es la que funde esos elementos, reúne y la psicología, en un
magno sistema de verdades enlazadas, sin embargo, se ponen obstáculos a seguir
unos métodos reduccionistas alejándose de una realidad tan compleja.
La física de Descartes nos habla de la existencia de
Dios y de sus propiedades deriva ya fácilmente la realidad de las naturalezas
simples en general y, por lo tanto, de los objetos matemáticos, espacio,
figura, número, duración, movimientos.
La causa del movimiento es doble. Una causa primero
que, en general, lo ha creado e introducido en la materia, y esta causa es
Dios. Una vez introducido el movimiento de la materia, Dios no interviene más,
sino que para continuar manteniendo la materia en su ser, de aquí resulta que
la cantidad de movimientos que existe en el sistema del mundo es invariable y
constante.
La psicología
de Descartes, no dice que el hombre está compuesto de un cuerpo al cual está
íntimamente unida el alma, sustancia pensante. Esta unión, a la par que
distinción entre el cuerpo y el alma, domina todas las tesis psicológicas.
Tendremos por un lado que considerar el alma en sí misma, y luego en cuanto que
está unida al cuerpo. En sí misma, el alma es inteligencia, facultad de pensar,
de verificar intuiciones intelectuales; en este punto, la psicología se
confunde con la metafísica o la lógica.
En el hombre, en cambio, porque hay un alma
inteligente y razonable, hay pasiones; es decir, los movimientos del cuerpo se
refleja en el alma; este reflejo es precisamente lo que llamamos pasión, que no
es sino estado especial del alma, consecuencia de movimientos del cuerpo.
Pero lo característico de estos estados especiales del
alma es que, siendo causados, en realidad, por movimientos del cuerpo, sin
embargo, el alma los refiere a sí misma. Ignorante de la causa de sus pasiones, el alma las cree
nacidas y alimentadas en su propio seno. Hay seis pasiones fundamentales. La
primera, la admiración, es apenas pasión, y señala el tránsito entre la pura
intuición intelectual y la pasión propiamente dicha; es en suma la emoción
intelectual. De ella nace el amor, el odio, el deseo, la alegría y las
tristezas.
Así, se comienza segregar lo que debería de estar
junto y para poderlo pensar en su
totalidad, en su conjunto, en su complejidad, pues de esta forma
se pueden apreciar interacciones, particularidades y procesos que por lo
regular no se perciben si se estudian los aspectos que conforman el todo, por
separado.