Formación del Sistema Hegemónico
Al momento de ser asesinado el 17 de julio de
1928, el general Álvaro Obregón ya
había conseguido en enero de 1927 una modificación constitucional que le
permitía volver a contender por la presidencia de la república, olvidando así,
el “sufragio
efectivo, no reelección”, el cual había inspirado en gran parte el
levantamiento revolucionario de 1910. Y por supuesto, logró ganar las
elecciones de principios de julio de ese año.
Se creó el Centro Director Obregonista
como coordinador de los esfuerzos de la campaña del caudillo sonorense. Este
caudillo se perfilaba como candidato único en la elección del primero de julio
de 1928. Un año antes, las fuerzas políticas del Callismo en el
congreso habían aprobado una reforma constitucional, el 13 de octubre de 1927,
la cual, amplió el periodo presidencial de cuatro a seis años. Por lo que
Obregón se perfilaba como el primer mandatario sexenal de México.
Obregón tenía una visión mucho
menos radical, pensaba en una salida pacífica con la jerarquía católica y su candidatura
fue ofrecida como parte de esta búsqueda de la paz. Pensó necesaria esta salida
ya que México necesitaba acabar con el creciente conflicto cristero, el cual
para entonces ya llevaba muchos muertos.
El país se encontraba otra vez ante una grave
crisis política luego del asesinato del presidente electo, lo que permitió que Plutarco
Elías Calles, empezara a concretar algo desde tiempo atrás, pero a lo
que se oponía de alguna manera Obregón: la creación de un instituto político,
que lograra encauzar y pacificar de manera definitiva, los intereses de las
diversas facciones revolucionarias; que en pocas palabras, lograra la
“institucionalización” de la revolución mexicana. De alguna manera, este
partido se funda con la idea de parar las constantes insurgencias, cambiar la
revolución por la elección y empezar una mejor administración el poder.
“La creación del Partido Nacional Revolucionario en 1929 se atribuye a la muerte deObregón y a la difícil situación política que aquélla creó.[1] Este nuevo partido incluyente y englobador,
empezaría bajo la tutela de un poderoso líder llamado Calles, que en los próximos seis años se convertiría en el “jefe máximo de la revolución”. En este
periodo, del año 1928 a 1934, se le
conocería como “el maximato”, el poder tras el trono de los tres inmediatos
mandatarios y sus gobiernos, marcan una etapa importante del destino del país “…
del mismo modo conservan que los hombres durante toda su vida la huella de su
infancia, los partidos sufren profundamente la influencia de sus orígenes.”[2]