Los hebreos eran tribus, se unieron para formar en Palestina un Estado con capital en Jerusalén, se dividió en dos reinos: Israel y Judá (Israelitas y judíos), ambos conquistados, el primero por los asirios -722 a.C.- y el segundo por los caldeos -568 a.C.
Fueron conquistados numerosas veces por el Imperio Persa, a su vez por Alejandro De Macedonia, los Romanos, el emperador Tito se apodera de Jerusalén; los judíos fueron esclavizados y expulsados por lo tanto se dispersaron y lograron mantenerse como sociedad gracias a sus costumbres y religión, su principal base fue la Biblia llamada Antiguo Testamento, es también histórica y jurista.
El Antiguo Testamento se compone de veinticuatro libros agrupados en tres partes: La Ley o Toráh, Los Profetas o Nebh 'im y Las Hagiografías o Kethubhim. También se menciona el Talmud (monumento religioso, jurídico y literario).
Los judíos fueron discriminados por mucho tiempo, tenían que pagar impuestos, no leer sus escritos, expulsados y perseguidos. Francia le dio el derecho a la ciudadanía, pero una nueva doctrina comenzaría nuevamente la sionista: a) Ocupar paulatinamente el territorio de Palestina, y b) Conseguir el reconocimiento internacional del derecho a la patria nacional judía en Palestina.
En la segunda guerra mundial fueron duramente atacados. Después de la segunda Guerra mundial creció el número de inmigrantes judíos en los territorios de Palestina, y aumentaron los conflictos con los árabes que habitaban la región, que se vieron desposeídos de sus tierras.
La organización internacional acordó la formación de dos estados distintos en el territorio de Palestina, uno árabe y el otro judío. Los árabes declararon que se opondrían con la fuerza a tal partición. Al final se optó por mayoría la repartición del territorio por mayoría.