No
podemos negar que la historia humana está llena de situaciones y cosas
desconocidas que están fuera de su alcance a pesar de los grandes avances
científicos generados en estos últimos siglos, sobre todo la ciencia se ha
encontrado con incertidumbres, es decir, a pesar del progreso de las sociedades
del siglo XXI esto va acompañada del florecimiento de la conciencia de
incertidumbre frente a la idea del progreso de las sociedades en sus diferentes
campos, por ejemplo la creación de la bomba atómica. Así que podemos decir que
el progreso es ciertamente pero incierto para los individuos-sociedad-especies.
Por
otra parte, enfocarse en el derecho como
ciencia al igual que otras disciplinas científicas su desarrollo ha tenido
muchas incertidumbres, sin embargo de una manera u otra ha enfrentado a ellos a
través de implementaciones de planes de trabajo, estrategias, uso de
metodologías de las ciencias exactas, modernización y fragmentación del conocimiento
(generando conocimiento limitado), esto para mencionar algunas estrategias más
visibles.
Y en
las ciencias humanas, también podemos ver que se ha enfrentado a la
incertidumbre.
Sin embargo, debemos aprender estrategias para
confrontarlo, pero no estrategias que supongan que el medio sea estable, sino
estrategias que nos permitan confrontar y modificar lo inesperado a medida que
encontremos nueva información. Por lo tanto, abordar las incertidumbres
constituye un punto de capital de la educación, en cualquier contexto.