POR Uriel Navarro Peñaloza (UNP)
INTRODUCCIÓN
En México, la Nueva Gestión Publica comenzó a utilizarse a partir de la década de Mil Novecientos Ochenta, atendiendo a la evolución de la administración pública, trayendo consigo importantes cambios en cuestiones de la gestión administrativa y el personal que compone a la misma, brindando autonomía a los servidores públicos que la conforman, sin dejar atrás su compromiso por servir a la sociedad con su desempeño profesional a fin de marcar un progreso en la administración pública.
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| Servicio Civil de Carrera |
Sin embargo, cabe señalar que no todo cambio es pacífico y de aceptación para las personas que se ven involucradas en él, en especial en puestos de la administración pública que involucra intereses partidistas y de conservación de privilegios indebidamente utilizados, por ello el Servicio Civil de Carrera ha tenido una gran aceptación social, pero muy poca aplicación gubernamental, por el momento ha quedado demostrado que la intención de la Nueva Gestión de Pública al aplicar el servicio civil de carrera tiene como finalidad la eficiencia y eficacia en el área de la administración pública y brindar oportunidades a profesionistas que tiene mucho que aportar a la sociedad, dejando atrás el monopolio partidista dentro de la administración pública.
El servicio civil de carrera tiene un panorama prometedor en cuanto a eficiencia y eficacia en la realización de servicios públicos y las personas que lo desarrollan, quienes a través de programas de capacitación, exámenes de control, bonificaciones, sanciones, etc. prometen servir a la sociedad de manera íntegra y simplificada, sin embargo la obtención de puestos dentro del gobierno creados por el sistema corrupto en México promete no desaparecer, a pesar de ser amenazada por la aplicación de los planes de la Nueva Gestión Pública. Ya que a pesar de ser un plan prometedor es un sistema que es aplicado en México como un plan innovador y sin un control de aciertos y errores dejando debilitado el servicio civil de carrera y vulnerado a la vista de las personas que buscan aprovecharse y burlarse de este sistema, aunque eso no quiere decir que el cambio y la aplicación de la Nueva Gestión Pública en México se vaya a quedar estática, ya que es necesario en virtud de la mala experiencia que nos ha dejado la aplicación del sistema tradicional que presentaba problemas de eficiencia y eficacia ante la sociedad tal y como lo manifiesta la Doctora María del Carmen Pardo en su obra ”El Servicio Civil de Carrera para un mejor desempeño de la Gestión Pública” quien concluye que:
El paradigma burocrático se sustentaba hasta hace no mucho en un férreo control jerárquico de la administración pública y aún que no ha sido desterrado; convive con políticas de descentralización, de mayor autonomía a los funcionarios y de acercamiento al cliente-ciudadano, lo que ha resultado en una claro debilitamiento del control de las burocracias y de los servidores de carrera, sin que necesariamente se hayan cumplido objetivos tan claros como el de volver eficiente la gestión y administración públicas.
El modelo tradicional buscaba otorgar igualdad de trato a los ciudadanos, es decir, que todos recibieran el mismo tipo de servicio público y sufragaran equitativamente su costo. Con las políticas de descentralización y desconcentración, este objetivo se ha vuelto prácticamente inalcanzable puesto que cada agencia ahora es autónoma, decide qué tipo y cantidad de servicios provee y a qué costo; el principio de equidad, que quedaba implícito en la “búsqueda del bien común”, valor fundamental de la administración tradicional, queda claramente subordinado a otros propósitos, como puede ser el de la eficiencia.
El Servicio civil de carrera sin duda significa un progreso en el área de la administración pública y sin duda es aplaudido por muchos entre ellos el que ahora escribe, ya que; considero que es necesario evolucionar y comenzar a pensar como un país de primer mundo, siguiendo ejemplos de progreso social internacional en el área gubernamental, no obstante sin dejar atrás la idea de que nos encontramos en una lucha que pareciera ser interminable e incurable llamado “Corrupción”.
Corrupción, que resulta ser la enfermedad social decadente causada por la desigualdad, falta de aplicación de la ley y la ignorancia de los habitantes decisorios del progreso social. Esa enfermedad de la cual el servicio civil de carrera pretende erradicar con la profesionalización y gerencialismo público. En opinión del que escribe, es importante creer en la evolución de la administración pública, para que, así los profesionistas y ciudadanos no pierden la esperanza de aportar sus conocimientos a favor de la sociedad siendo debidamente recompensados con el agradecimiento social reflejado en nuevas oportunidades de empleo, seguridad, educación y tranquilidad social.
El servicio civil de carrera tiene un panorama prometedor en cuanto a eficiencia y eficacia en la realización de servicios públicos y las personas que lo desarrollan, quienes a través de programas de capacitación, exámenes de control, bonificaciones, sanciones, etc. prometen servir a la sociedad de manera íntegra y simplificada, sin embargo la obtención de puestos dentro del gobierno creados por el sistema corrupto en México promete no desaparecer, a pesar de ser amenazada por la aplicación de los planes de la Nueva Gestión Pública. Ya que a pesar de ser un plan prometedor es un sistema que es aplicado en México como un plan innovador y sin un control de aciertos y errores dejando debilitado el servicio civil de carrera y vulnerado a la vista de las personas que buscan aprovecharse y burlarse de este sistema, aunque eso no quiere decir que el cambio y la aplicación de la Nueva Gestión Pública en México se vaya a quedar estática, ya que es necesario en virtud de la mala experiencia que nos ha dejado la aplicación del sistema tradicional que presentaba problemas de eficiencia y eficacia ante la sociedad tal y como lo manifiesta la Doctora María del Carmen Pardo en su obra ”El Servicio Civil de Carrera para un mejor desempeño de la Gestión Pública” quien concluye que:
El paradigma burocrático se sustentaba hasta hace no mucho en un férreo control jerárquico de la administración pública y aún que no ha sido desterrado; convive con políticas de descentralización, de mayor autonomía a los funcionarios y de acercamiento al cliente-ciudadano, lo que ha resultado en una claro debilitamiento del control de las burocracias y de los servidores de carrera, sin que necesariamente se hayan cumplido objetivos tan claros como el de volver eficiente la gestión y administración públicas.
El modelo tradicional buscaba otorgar igualdad de trato a los ciudadanos, es decir, que todos recibieran el mismo tipo de servicio público y sufragaran equitativamente su costo. Con las políticas de descentralización y desconcentración, este objetivo se ha vuelto prácticamente inalcanzable puesto que cada agencia ahora es autónoma, decide qué tipo y cantidad de servicios provee y a qué costo; el principio de equidad, que quedaba implícito en la “búsqueda del bien común”, valor fundamental de la administración tradicional, queda claramente subordinado a otros propósitos, como puede ser el de la eficiencia.
CONCLUSIONES
Corrupción, que resulta ser la enfermedad social decadente causada por la desigualdad, falta de aplicación de la ley y la ignorancia de los habitantes decisorios del progreso social. Esa enfermedad de la cual el servicio civil de carrera pretende erradicar con la profesionalización y gerencialismo público. En opinión del que escribe, es importante creer en la evolución de la administración pública, para que, así los profesionistas y ciudadanos no pierden la esperanza de aportar sus conocimientos a favor de la sociedad siendo debidamente recompensados con el agradecimiento social reflejado en nuevas oportunidades de empleo, seguridad, educación y tranquilidad social.
