Calificación ⭐⭐⭐⭐⭐
▶️ LOS SISTEMAS ELECTORALES EN LA VIDA POLÍTICA- DUVERGER
Sistemas electorales en la vida política por Maurice Duverger |
Duverger menciona que existen factores que condicionan la vida
política con íntima dependencia entre los factores. Se debe de tener
cuidado al sentenciar que un sistema electoral determina tal forma de vida
política, ya que solo la estimula, reforzando otros factores que actúan en el
mismo sentido o que debilita los que actúan en sentido contrario.
▶️ LA CIENCIA POLÍTICA PARA MAURICE DUVERGER
CIENCIA POLÍTICA Y MAURICE DUVERGER |
▶️ LOS SISTEMAS ELECTORALES Y PARTIDOS POLÍTICOS SEGÚN DUVERGER
Los partidos políticos son un medio por lo cual los sistemas electorales ejercen influencia
esencial sobre la vida política de un país:
Influencia directa donde el sistema electoral impulsa tal organización de
los partidos
Influencia indirecta
donde la organización de los partidos engendrada particularmente por el sistema
electoral, trae aparejada una determinada forma de vida política.
Las tres fórmulas
LEYES SOCIOLÓGICAS DE DUVERGER SOBRE LOS PARTIDOS POLÍTICOS |
LA INFLUENCIA SOBRE EL NÚMERO DE PARTIDOS
El sistema mayoritario a una vuelta
Este régimen parece ser la mejor establecida. Estados
Unidos se opone al nacimiento de terceros partidos y, en Inglaterra y algunos
dominios, a su eliminación.
Este sistema electoral parece actuar de dos maneras
diferentes que permite un impulso que ejerce hacia el dualismo: un factor mecánico y un factor
psicológico.
ü La «subrepresentación»
del tercer partido: su porcentaje de escaños es inferior a su porcentaje de votos; el
sistema electoral desfavorece al tercer partido. Entonces, cualquier partido
nuevo que intente competir con los dos antiguos es demasiado débil, el sistema
actúa en su contra y levanta una barrera que se opone a su aparición. Pero si
el partido naciente supera a uno de sus predecesores, este último queda en la
tercera posición y el proceso de eliminación se invierte.
ü El factor
psicológico. En el caso de tres partidos que participan en un sistema
electoral de mayoría con una sola vuelta, los electores tienden a votar por el
menos peor de los dos partidos anteriores para evitar el éxito del peor y
evitar desperdiciar su voto dándoselo al nuevo partido. Esta «polarización» perjudica
al nuevo partido y al más favorecido de los antiguos. El impulso del sistema
electoral hacia el dualismo sólo triunfa a largo plazo.
En período de transición llevan a los partidos a buscar
por sí mismos el bipartidismo a través de la fusión del partido principal con
uno de sus dos rivales. Excepciones a esta tendencia general hacia el bipartidismo
del sistema mayoritario a una vuelta.
Tendencia al bipartidismo
Estados:
Estados
Unidos, Inglaterra, Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica
Tendencia no al bipartidismo
Dinamarca (antes de la adopción de la representación
proporcional) y la del Canadá. Canadá permite fijar los límites de la tendencia
dualista del sistema mayoritario.
La representación proporcional
Partidos políticos
La representación proporcional tiende a multiplicar el
número de partidos políticos; tesis con fuertes críticas por el caso Francés
como el de Bélgica. Tiende a un sistema de partidos múltiples, rígidos e
independientes.
Efectos de la representación proporcional
1.- Efecto de la proporcionalidad es mantener una
multiplicidad ya existente.
2.- Efecto de la polarización es favorecer la división de
los partidos existentes; en el régimen
proporcional, las escisiones son generalmente durables, porque el escrutinio
impide que las fracciones divergentes sean aplastadas por los rivales.
3.- La tendencia multiplicadora se manifiesta menos en la
división de los antiguos partidos que en la creación de partidos nuevos; este
tercer efecto de la representación proporcional afecta sobre todo a los pequeños
partidos, porque los principales sectores de la opinión continúan siendo
interpretados por los partidos tradicionales.
Duverger afirma que globalmente, la representación
proporcional mantiene casi intacta la estructura de los partidos existentes en
el momento de su aparición.
Sistema mayoritario con dos vueltas:
Tiende a un sistema multipartidista, con partidos
flexibles e interdependientes.
Breves aclaraciones y sugerencias por la dificultad de la
determinación de las consecuencias de la segunda vuelta en un sistema
mayoritario.
Desde la teoría la segunda vuelta
Debe favorecer la multiplicación de partidos y el
fraccionamiento de tendencias próximas que no alcanzarán una representación
global, pero, en todo caso, pueden reagruparse en el ballotage (segunda
vuelta). No actúan los fenómenos de
«polarización» y de «subrepresentación o sólo lo hacen en la segunda vuelta,
conservando cada partido todas sus posibilidades en la primera.
Desde la práctica la segunda vuelta
Los países que han practicado la segunda vuelta parece
confirman la tesis teórico.
Francia, Suiza,
Alemania y Holanda con la segunda vuelta ha
derivado una multiplicación de los partidos con formas muy diferentes: Alemania
y en Francia se nota una tendencia muy clara a la dispersión, sobre todo en
la derecha, mientras que en Suiza y en
Holanda la opinión permanece generalmente dividida entre más de dos partidos
grandes. Existen casos particulares
anormales.
▶️ INFLUENCIA SOBRE LA ESTRUCTURA INTERNA DE LOS PARTIDOS Y SU DEPENDENCIA RECÍPROCA
Dos casos:
v Bélgica ha permitido comprobar las relaciones entre la
estructura interna de los partidos y el sistema electoral.
v Dinamarca, la formación de alianzas y lazos de
dependencia entre algunos partidos.
LA ESTRUCTURA INTERNA DE LOS PARTIDOS
Profunda diferencia de estructura entre los partidos
ingleses, norteamericanos y franceses y se explican por factores -históricos,
geográficos, económicos, sociales, religiosos, electoral…
La diferencia está entre el escrutinio con listas cerradas y el escrutinio uninominal; la existencia
de una segunda vuelta juega un papel importante.
El escrutinio con listas cerradas significa un refuerzo
de la estructura de los partidos y el uninominal, un debilitamiento; con
grandes excepciones.
El escrutinio uninominal
En el escrutinio uninominal en una circunscripción
pequeña, la persona del candidato cumple un papel esencial más que del partido.
El escrutinio uninominal tiende a imponer grupos parlamentarios sin cohesión y
una organización electoral muy descentralizada, de manera que los partidos
terminan por representar sólo tendencias de opinión y disponen de un aparato
administrativo muy débil y lazos sociales muy relajados.
El escrutinio con lista cerrada
El escrutinio con lista cerrada tiene un carácter
colectivo que desdibuja el papel de las personalidades en beneficio de la
agrupación que las une, del partido. Cierta disciplina del resto de la lista
frente a su conductor. La elección en una circunscripción más extensa logra que
se disminuya el conocimiento del candidato que tiene el elector, lo que da más
importancia al partido. Con la presentación de candidatos en un orden
invariable que determina su elección el dominio del partido sobre el candidato
es muy grande. La disciplina
parlamentaria es rigurosa. Se logra una centralización para obtener un sistema
de partidos rígidos, monolíticos.
Presencia o ausencia de la segunda vuelta
En Sistema
mayoritario puro y simple los candidatos
disidentes son peligrosos porque pueden hacerles el juego a sus peores
adversarios; se usará la técnica de la polarización.
Casos anormales: Inglaterra, carácter uninominal del
escrutinio donde la disciplina de los grupos parlamentarios es elevada, y es
grande la centralización general de los partidos. Ausencia de una segunda
vuelta.
La dependencia recíproca de los partidos
En un régimen multipartidista generalmente sólo las
alianzas permiten obtener una mayoría gubernamental.
Dos tipos de alianzas entre partidos: las alianzas gubernamentales y las alianzas
electorales. En los regímenes
proporcionales, especialmente, se encuentran alianzas gubernamentales puras. Por tanto, la influencia del
sistema electoral es preponderante.
El sistema
mayoritario a dos vueltas tiende al
establecimiento de alianzas estrechas;
la representación proporcional
conduce a una independencia completa.
En las alianzas electorales. El sistema mayoritario a una vuelta, sus consecuencias son según el
número de partidos:
- Régimen bipartidista,
origina una independencia completa.
- Régimen multipartidista
tiende, a formar alianzas muy fuertes.
Las alianzas
gubernamentales en estado puro, parecen estar ligadas a la existencia del multipartidismo y, existen en un régimen de representación proporcional.
a) En un sistema
mayoritario a dos vueltas genera un sistema
de alianzas estrechas.
Los partidos menos favorecidos en provecho del más
favorecido.
b) El escrutinio
mayoritario a una sola vuelta parece tener una curiosa influencia en
materia de alianzas electorales; su
acción es totalmente diferente según coincida con un:
Régimen bipartidista: es racionalmente impensable la idea de una alianza
electoral; pero se dio una excepción en Sudáfrica, entre 1931 y 1940, por las
alianzas electorales en el régimen mayoritario con dos partidos sin que se
trastorne totalmente la estructura política.
Régimen
multipartidista: tenderá a establecer
alianzas muy sólidas, incomparablemente más estrechas que las alianzas de la
segunda vuelta: porque se hace necesario repartir las circunscripciones antes
de la elección para permitir a sus electores reunir sus votos en el candidato
único de la coalición. La presión del sistema electoral es mucho más fuerte:
sin acuerdo, el escrutinio eliminará sin piedad a los partidos en desventaja,
hasta el restablecimiento final del dualismo.
Las coaliciones engendradas por el sistema mayoritario a una sola vuelta son absolutamente
desiguales: tienden a crear satélites, no aliados. Entonces, la alternativa que
este régimen electoral ofrece a los «terceros partidos» es cruel: ser
eliminados por el escrutinio o absorbidos por las coaliciones.
C) La representación
proporcional no presenta ningún problema en alianzas electorales; suprimen toda razón de ser. Rara vez, la mayoría
absoluta a un solo partido implica, pese a todo, alianzas gubernamentales. No es uno de los menores defectos del
sistema esta contradicción entre el plano
electoral y el plano gubernamental, que independiza totalmente a los
partidos en el primero y los obliga a colaborar en el segundo; hace más difícil
la formación de coaliciones parlamentarias y más inestables el destino de las
mayorías gubernamentales.
No siempre la experiencia confirma estas conclusiones
racionales sobre la rigurosa independencia de los partidos en el régimen de
representación proporcional.
▶️ SISTEMAS ELECTORALES Y REPRESENTACIÓN
La teoría
democrática considera que el elegido
es el representante del elector, desde
lo jurídico, la elección es un mandato dado por el primero al segundo
para hablar y actuar en su nombre en la dirección de los asuntos públicos.
«Representación»
aplica a un estado de hecho y no de
derecho. El elegido representa al elector, como un cuadro representa un
paisaje; la representación no es otra cosa que la semejanza entre las opiniones
políticas de la nación y la de los diputados que ella ha elegido.
En la representación, el sistema electoral cumple un
papel importante, aunque mal definido; cada mayoría gubernamental intenta
siempre adoptar la combinación más conveniente para continuar en el poder. Lo
que los norteamericanos llaman gerry-mandering (modificaciones en el
establecimiento de las circunscripciones).
·
Exactitud de la representación política, mediando el grado de semejanza entre la opinión pública y la opinión parlamentaria según
los diferentes sistemas electorales.
·
Determinar el grado
de sensibilidad de cada sistema
frente a las variaciones de opinión
en el tiempo.
▶️ LA EXACTITUD DE LA REPRESENTACIÓN
La representación de los partidos
Este método muy simple e incompleto para medir la
exactitud de la representación: la
comparación entre el porcentaje de escaños y el porcentaje de votos obtenidos
por cada partido.
Escenarios:
Si ambos coinciden, la representación será exacta
Si el primero es superior al segundo habrá
«sobrerrepresentación»
Si el primero es inferior, «subrepresentación».
Tesis: la
representación numérica de los partidos es totalmente distinta de la
representación real de la opinión pública.
Ideas principales de la representación de los partidos políticos por Maurice Duverger
1.- La representación proporcional es el régimen más
exacto; Sin embargo, las alteraciones prácticas aportadas a su funcionamiento
atenúan a menudo esta exactitud.
2.- Par su perfección un país debería forma una única
circunscripción electoral, o bien que los votos residuales se repartan a escala
nacional.
3.- Hay razones políticas llevan generalmente a descartar
uno y otro método y a preferir técnicas menos puras.
4.- Por razones políticas, aparece una diferencia entre
la proporción de escaños y la proporción de votos, que varía según el sistema
adoptado para el reparto de votos residuales el marco electoral, la posibilidad
de mezclas o agrupaciones… con diferencias débiles y grandes.
5.- Las diferencias son infinitamente menos grandes en el
sistema proporcional que en el régimen mayoritario a una sola vuelta, que
alcanza en este aspecto el máximo de inexactitud en la representación numérica.
6.- Si sólo hay
dos partidos, podemos destacar aquí una tendencia constante: el partido mayoritario
está sobrerrepresentado y el partido minoritario está subrepresentado
7.- Si el sistema mayoritario coexiste con un
multipartidismo, se puede llegar a una representación más fantasiosa: un
partido que tiene más votos que su rival más próximo está, en principio,
sobrerrepresentado en relación con él (es decir, o más sobrerrepresentado o
menos subrepresentado que este último).
8.- Con un sistema multipartidista, sin embargo, la
inexactitud de representación del régimen mayoritario es evidentemente muy
grave.
9.- Es prácticamente imposible establecer las
consecuencias exactas de la segunda vuelta sobre la representación de los
partidos.
10.- En la segunda vuelta lleva a los electores a
desplazar sus votos en provecho del participante más favorecido.
11.- En un sistema a una sola vuelta, combinado con el
bipartidismo, sea cual sea la sobrerrepresentación del partido mayoritario y la
subrepresentación del minoritario, ni la una ni la otra alteran normalmente el
esquema general de la diferencia de opiniones.
12.- En la segunda vuelta, el diseño de conjunto se
falsea totalmente; no es el número de sufragios obtenido por cada partido lo
que determina el sentido de la diferencia de representación, sino sus
posiciones políticas y sus alianzas.
13.- La segunda vuelta favorece al centro y perjudica a
los extremos; es decir, el primero está sobrerrepresentado y los segundos
subrepresentados.
14.- Los sufragios de la segunda vuelta se agrupan por
tendencias, y no por partidos: se abandona entonces la noción de representación
partidaria para adoptar la representación de la opinión.
.
Resumen e ideas de la representación de la opinión de Maurice Duverger
1.- El reparto de
votos entre los partidos políticos no es más que un medio para la expresión de la opinión pública: El reparto es la imagen fiel de la opinión pública.
2.- La representación política supone dos
actos sucesivos: a) Representación de la opinión en sentido estricto: expresión
de la opinión pública en la distribución de votos entre los candidatos de las
elecciones. Y la representación
de los partidos que es la traducción de la distribución de los votos
en la distribución de los escaños.
3.- La representación de los partidos» ha sido objeto de
investigaciones, pero sus consecuencias sobre la «representación de la opinión»
casi nunca han sido examinadas de manera sistemática.
4.- Duverger utiliza métodos de observación más empíricos
por insuficiencia de estudios.
a) Duverger señala el problema de la localización geográfica de la
opinión:
1.- Existencia de partidos locales en el sistema
mayoritario a una sola vuelta con tendencia al bipartidismo…El sistema
mayoritario acentúa la localización geográfica de las opiniones; de la misma
manera se podría decir que tiende a convertir una opinión nacional (es decir,
repartida en el conjunto del país) en una opinión regional, que sólo le permite
estar representada en las porciones del territorio donde es la más poderosa.
2.- La representación proporcional actúa en el sentido
opuesto: las opiniones fuertemente arraigadas localmente tienden a extenderse
al ámbito nacional por la posibilidad de ser representadas aun en las regiones
donde son muy minoritarias.
3.- La representación proporcional tiende a reforzar la
unidad nacional (o, más exactamente, la uniformidad nacional); el sistema
mayoritario agrava las divergencias locales.
4.- El problema de la localización geográfica de las
opiniones tiene otro aspecto importante: dos categorías de factores intervienen
siempre en la orientación política de los ciudadanos: los factores particulares
y locales, y los factores generales. La diferencia no está entre la
proporcionalidad y el régimen mayoritario, sino entre:
▶️ DIFERENCIA ENTRE EL ESCRUTINIO UNINOMINAL Y EL ESCRUTINIO DE LISTA PARA MAURICE DUVERGER
El escrutinio uninominal: puede adecuarse
al sistema mayoritario (sistema de
voto transferible). El escrutinio uninominal supone una pequeña
circunscripción, donde, naturalmente, predominan las consideraciones localistas.
El sistema uninominal, dado su
carácter personal, permite más fácilmente las promesas individuales y da gran
importancia a las relaciones locales del candidato que, naturalmente, será
conducido a limitar sus miras al estrecho marco del que ha surgido.
El de lista: funciona según la
representación proporcional. El
escrutinio con listas funciona en un marco más extenso, donde los puntos de
vista locales se limitan unos a otros permitiendo adquirir mucha importancia a
las consideraciones generales. El
escrutinio por listas atenúa esta influencia personal (que desaparece casi
completamente en el caso de las listas cerradas) y obliga al elector a votar
por un partido más que por los hombres, es decir, por una ideología y una organización
nacional, más que por los defensores de intereses locales.
B) No es menos importante la influencia del sistema electoral sobre las divisiones de la opinión
pública. El factor electoral
puede acentuar o frenar la acción de otros factores como económicos…
La influencia del sistema electoral sobre el número de partidos políticos:
El sistema mayoritario a una vuelta, con
su tendencia al bipartidismo,
suprime las divisiones secundarias de la opinión y las reúne en tomo a dos
grandes tendencias rivales. Se supone que
el el sistema mayoritario a una vuelta la deforma seriamente la
representación de la opinión.
La representación proporcional
favorece la multiplicación de las
tendencias de la opinión, permitiendo a cada una de ellas formar un partido
separado. Se supone que la representación
proporcional asegura una representación más fiel de la opinión.
C) Problema
esencial es la coincidencia entre la opinión pública y la mayoría
gubernamental, coincidencia que, en suma, define al régimen democrático.
Distinción
fundamental entre las mayorías impuestas
y las mayorías libres
Mayoría impuestas:
Cuando la distribución de escaños entre los partidos es tal que no puede
subsistir ningún equívoco acerca de la mayoría, de manera que ésta escapa a la
acción de los diputados y a las intrigas parlamentarias. Este corresponde a la noción tradicional de democracia.
Mayoría libre:
cuando varios partidos tienen un número de votos más o menos equivalentes, sin
que ninguno de ellos sea capaz de gobernar sólo con sus propias fuerzas, la
formación de la mayoría depende mucho de la voluntad de los diputados y de las
direcciones partidarias, sin que la opinión pública intervenga directamente en
la cuestión.
Es una mezcla de democracia y oligarquía, en la que sólo se consulta al
pueblo para determinar los respectivos porcentajes de influencia de las cúpulas
partidarias.
El sistema electoral cumple un papel:
El
sistema mayoritario a una vuelta
tiende a una mayoría impuesta por la
opinión; la representación
proporcional, a una mayoría libre;
el sistema a dos vueltas, a una mayoría semilibre.
▶️ LA SENSIBILIDAD A LAS VARIACIONES DE OPINIÓN
¿Un sistema
electoral, tiende a acentuar las variaciones de la opinión pública o a
atenuarlas? En el primer caso se dirá
que es un sistema sensible (e inestable); en el segundo, que es un sistema
insensible (y estable).
Hay varias categorías de variaciones de opinión y que el
grado de sensibilidad de los regímenes electorales varía según cada una de
ellas; variaciones que se producen dentro de las opiniones tradicionales y las
expresiones de nuevas corrientes:
Representación Proporcional:
1) La representación proporcional es insensible
a las variaciones de las opiniones
tradicionales y muy sensibles a la aparición de nuevas corrientes, aunque
sean provisionales y débiles.
2) El sistema mayoritario a una sola vuelta
es muy sensible a las variaciones de las
opiniones tradicionales, pero es insensible a las nuevas corrientes, a
menos que sean poderosas y duraderas.
3) El sistema mayoritario a dos vueltas es
relativamente poco sensible tanto a las variaciones de opiniones tradicionales
como a la manifestación de nuevas corrientes.
Opiniones
Variaciones de las opiniones tradicionales
Sistema Electoral
Son los cambios en el reparto de los sufragios, en cada
elección sucesiva, entre los partidos habituales, excepto la brusca mutación de
alguno de ellos, sólo explicable por un movimiento verdaderamente nuevo de la
opinión.
Es un Sistema
electoral insensible en la medida en que tienda a atenuar estos cambios, es
decir, a debilitar la diferencia entre
la cantidad de escaños y la cantidad de votos. Un sistema electoral sensible, aumentará esta diferencia.
a) El carácter estabilizador de la representación
proporcional; muy a largo plazo, se puede decir que amplía, en lugar de
atenuar, los movimientos profundos en la opinión tradicional. Pero, igualmente,
los frena, tanto en la fase de ascenso como en su declive.
B) Los efectos naturales del escrutinio mayoritario a una vuelta son muy diferentes…El sistema mayoritario a una vuelta
coincide con el multipartidismo, los
resultados del sistema son mucho menos satisfactorios: el sismógrafo está
falseado y deforma las variaciones de opinión en lugar de amplificadas. Pese a
todo, no olvidemos que esta deformación se produce, muy a menudo, en un sentido
bien determinado (en perjuicio del tercer partido) y que, así, tiende, por su
propio movimiento, a reconstituir el bipartidismo fundamental del régimen.
C) No es fácil determinar
la sensibilidad de la segunda vuelta a las variaciones de opinión. No parece dudosa su tendencia
estabilizadora.
Sensibilidad a las nuevas corrientes de opinión
Si se trata de un movimiento profundo y constante, ¿cómo
precisar el momento en que deja de ser nuevo para convertirse en tradicional?
No hay coincidencia absoluta entre la noción de nuevo
movimiento de opinión y la de partido nuevo.
A) El carácter estabilizador del sistema mayoritario a
dos vueltas. Todo nuevo partido que quiera afrontar a los electores está envuelto
en el siguiente dilema: o luchar solo,
es decir, ser aplastado entre las coaliciones rivales, o participar en una de ellas, es decir, perder gran parte de su
autonomía y de su novedad, no ser favorecido en el reparto de escaños -porque
un nuevo candidato obtiene, generalmente, menos votos que los antiguos-, y no
tener casi posibilidades de permanecer en liza en el ballotage (segunda
vuelta). Si la segunda vuelta coincide
con un escrutinio uninominal, es decir,
con circunscripciones pequeñas favorables a la constitución de feudos electorales personales, la insensibilidad del
sistema alcanza su punto culminante: el nuevo partido debe aceptar
presentarse a las elecciones con candidatos veteranos para tener serias
posibilidades de éxito; pero también pierde toda su novedad.
La segunda vuelta
es esencialmente conservadora. Elimina automáticamente a las nuevas
corrientes de opinión cuando son superfIciales
y transitorias; cuando son profundas
y duraderas, frena su expresión parlamentaria al mismo tiempo que desgasta
regularmente su originalidad tendiendo a alinearlas con los partidos
tradicionales. Ciertamente, la degradación progresiva del dinamismo de los
partidos es un fenómeno general; pero el sistema de la segunda vuelta tiende a
acelerarla.
B) Son difíciles de precisar los efectos del sistema mayoritario en este campo. Por un lado, aparece
como un sistema conservador -aún más conservador que el sistema a dos
vueltas- que opone una barrera infranqueable a todas las nuevas corrientes,
con la consecuencia de reforzar el poder de los dos grandes bloques que ha
constituido.
Se da por circunstancias locales, sin relación con el
régimen electoral y que escapan a toda definición general. También se explica
por la naturaleza y la fuerza de los nuevos movimientos de opinión. En tanto
éstos se muestran débiles y poco seguros, el sistema los aparta sin piedad de
la representación parlamentaria; los eventuales electores, en efecto, evitan
apoyarlos porque sus votos, dispersos, podrían permitir el triunfo de sus
peores adversarios. Una barrera absoluta se levanta entonces ante todos los
arranques de humor bruscos y superfIciales que a veces atraviesan a una nación.
El sistema a una
vuelta es mucho menos conservador de lo que a menudo se dice; por el
contrario, puede acelerar el desarrollo de un nuevo partido desde el momento en
que alcanza cierta solidez, y darle rápidamente la posición de segundo partido.
Pero, a partir de este momento, las consecuencias se aproximan a las del sistema a dos vueltas: acelera,
como éste, el envejecimiento natural del nuevo partido y tiende a hacerlo
parecido a aquel de los antiguos que quede como principal rival. Ya hemos
descrito este impulso profundo que conduce a los dos grandes partidos a
asemejarse como consecuencia de la orientación centrista de la lucha electoral.
Parece encontrarse en el carácter «pasivo» de la representación proporcional: registra
los cambios del cuerpo electoral sin
acentuarlos ni reducirlos. De ahí su insensibilidad a las diferencias entre
los partidos tradicionales, pequeñas por naturaleza (o sea, la estabilidad de
la representación proporcional refleja la estabilidad natural de la opinión
pública), al mismo tiempo que su gran sensibilidad a los nuevos movimientos,
que su carácter apasionado hace generalmente más fuertes. Le opondremos el
carácter «activo» del sistema mayoritario a una vuelta, que amplía las
primeras, atenuando la fuerza de los segundos.
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RESUMEN OBTENIDO DEL LIBRO 10 TEXTOS BÁSICOS DE CIENCIA POLÍTICA.
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