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Sistema electoral de mayoría simple y sistema de partido hegemónico (1946-1964)

Lic. Gisela Santacruz Santacruz
En el último año de la gestión presidencial del general Maximino Ávila Camacho que va de 1940 a 1946, se llevó a cabo una reforma al marco jurídico electoral mexicano que marcó de manera formal el inicio propiamente de un sistema de partidos con una organización política hegemónica, que logró mantenerse en el poder absoluto del país, prácticamente durante el resto del siglo XX mexicano.
          El sistema electoral es el mecanismo por el cual los votos se transforman en cargos de gobierno o en escaños. En México, el sistema electoral era de mayoría relativa o uninominal y así se mantuvo con las reformas de 1946.
          Si bien, había un sistema de partidos un tanto competitivo, a partir de la creación del partido oficial PNR y su conversión en PRM, se construyó un sistema de partido hegemónico o ultradominante con la creación del Partido Revolucionario Institucional en el año 1946.

La ley electoral de 1946  

Mientras en las leyes electorales de 1918 la importancia de la organización de los comicios estaba en los propios municipios y en las entidades federativas, en la legislación de 1946 se buscó centralizar y así, tener un mejor control desde el gobierno federal de los procesos electorales.
La Ley Electoral Federal de enero de 1946… centralizó prácticamente      toda la organización y vigilancia comiciales en la Secretaría de  Gobernación o en autoridades colegiadas federales, como la Comisión  Federal de Vigilancia Electoral (antecedente de la Comisión Federal  Electoral) y el Consejo del Padrón Electoral…[1]
         La integración de la comisión y del consejo estaba absolutamente controlada por el gobierno federal y su partido, además de que estos designaban a los integrantes de los organismos estatales y municipales de carácter electoral.
           En cuanto a la regulación de partidos se buscó pedir requisitos más estrictos, en contraste con la legislación de 1918 que facilitaba de alguna manera la creación de partidos. Molinar señala:
Según   la   ley   de   1918,   la   regulación   de    partidos   y   candidatos era   minimalista  en  lo  que  a  sus  obligaciones  y  condicionamientos  atañía  y maximalista  en   lo   que   a  sus   derechos   tocaba… La ley de 1946, en cambio, recorrió el camino inverso: maximizar requisitos, minimizar derechos.[2] 
           Para empezar, rechaza la posibilidad de la existencia de candidaturas independientes y condiciona la existencia de partidos únicamente con carácter nacional.
          Con esta legislación arranca lo que es la etapa del partido hegemónico y continuando como hasta ese momento con un Poder Legislativo integrado a través del sistema de una mayoría simple y un diputado por distrito.
          Este marco jurídico electoral funcionó hasta 1964, cuando se llevó a cabo una reforma legislativa electoral la cual generaría importantes cambios que modificarían el sistema electoral mexicano.




[1] Molinar Horcasitas, Juan: El tiempo de la legitimidad: elecciones, autoritarismo y democracia en México,  Cal y Arena, México 1991, p. 26.
[2] Molinar Horcasitas, Op. Cit., p. 27.

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