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▷▷【⚖️ 】 La integración de la Cámara de Diputados tras la reforma electoral de 1946 ◁ 【⚖️ 】


Lic. Gisela Santacruz Santacruz

Esta reforma electoral consolidó el control de la “familia revolucionaria” sobre la política nacional, permitió que existiera una cierta “oposición” controlada, que sirviera como válvula de escape para la política nacional que todavía se encontraba inquieta, pero sobre todo sirvió para canalizar los desacuerdos por cauces pacíficos, dejando prácticamente a un lado la tentativa armada que muchos caciques regionales querían ejercer para conseguir influir en la conducción política del país.
           Al mismo tiempo que se presentaba la reforma electoral de 1946, la militancia del PRM se reúne en convención y decide el 19 de enero de ese año, convertir al PRM en el Partido Revolucionario Institucional, con el lema “Democracia y justicia social” y ya sin la presencia partidista del sector militar. Con esa nueva denominación y como lo había prometido el presidente Maximino Ávila Camacho, se elige por primera vez a un civil, el licenciado Miguel Alemán Valdéz, como el candidato del partido oficial a la presidencia de la república para gobernar de 1946 a 1952.[1]
          A partir de 1946 y hasta la Legislatura XLV (1961), el PRI consolidó un buen control sobre la Cámara de Diputados, dejando al principal partido de oposición con una presencia porcentual de no más de un dígito.
El sistema de partidos en la Cámara de diputados
Sistema electoral uninominal con sistema de partido hegemónico
(1946-1961)[2]
Año elección
1946
1949
1952
1955
1958
1961
Legislatura
XL
XLI
XLII
XLIII
XLIV
XLV
PAN
4
4
5
5
6
5
Porcentaje
2.72
2.72
3.11
3.73
0
2.81
PRI
141
142
151
153
153
172
Porcentaje
97.24
96.59
95.59
95.62
95.03
96.62
PPS
1
2
2
1
1
Porcentaje
0.68
1.26
1.25
0.62
0.56
PARM
1
Porcentaje
0.62
Total diputados
145
147
158
160
161
178
Tabla 5 Pluralidad en la Cámara de Diputados y mayorías parlamentarias.

          Contrario a lo definido por las Leyes de Duverger de que un sistema plural de mayoría simple tiende a convertirse en un sistema bipartidista, en México, al tratarse del establecimiento de un sistema de un partido hegemónico con control sobre los procesos electorales y sus contendientes, este partido (PRI) tuvo el mando total del Poder Legislativo, además del Ejecutivo y en gran parte también del Poder Judicial hasta prácticamente al final del siglo XX.

 La “crisis” de la reforma de 1946

 En los sistemas electorales, el sistema de mayoría relativa tiende a sobrerrepresentar a los partidos mayoritarios y en sentido contrario, a minimizar la presencia de las oposiciones.
           Y, aunque el PAN se había mantenido conforme con este sistema, y con derecho al pataleo, en las elecciones de 1958 se niega a reconocer los resultados electorales, lo cual, pone al régimen en serios problemas, pues el PAN era una oposición “necesaria” para justificar de alguna manera la existencia de un partido hegemónico y sobre todo legitimarlo.
… Configurado como un partido pluriclasista, catch all votes, heredero de la Revolución y portador del proyecto nacional en marcha, el PRI necesitaba partidos a su izquierda y a su derecha. A su izquierda contaba con el PPS y a la derecha con el PAN. Ambos parecían insustituibles, pues las alternativas políticas de la época resultaban menos tolerables para el régimen (la Unión Nacional Sinarquista a diestra y el Partido Comunista Mexicano a siniestra, por ejemplo)…[3]
          Esto, aunado a los serios problemas sindicales y sociales en general que el régimen y el país enfrentó a finales de los años cincuenta como la violencia que se vivió en los movimientos magisteriales y ferrocarrileros, los conflictos surgidos con los petroleros, el surgimiento de movimientos campesinos como la Central Campesina Independiente o la UGOCM, el movimiento de los copreros de Rubén Jaramillo en Guerrero, algunos más como en San Luis Potosí, y Chihuahua, además de la formación del Movimiento de Liberación Nacional encabezado nada más que por el expresidente Lázaro Cárdenas, y algunos otros, nos permite ver que el régimen autoritario priista no podía seguir manteniendo al margen a otras fuerzas políticas del “sistema democrático” mexicano. No tanto por vocación “aperturista” o deseo democrático, sino más bien buscando mantener un férreo control político sin mayores cambios a su monopolio gubernamental.
          Esto preparó el terreno para hacer algunas modificaciones en el marco jurídico electoral que se propusieran mantener al orden que el régimen autoritario priista mantuvo hasta casi final del siglo XX.



[1] Camacho Vargas, José Luis: Historia e ideología del continuum PNR-PRM-PRI, Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, no. 2, 2013. consultado en mayo de 2015: p. 152.

[2] Cuadro realizado con base en los datos de Reynoso, Víctor, “Sistemas de partidos y sistemas electorales en la federación mexicana. Puebla y los congresos federales: dos casos contrastantes”, en Caja negra, revista de Ciencias Políticas y Humanidades, número 7, año 2009, 67-77 pp. Y, con datos de Sainez, Alfredo, “Los sistemas electorales y de partidos en la composición del Poder Legislativo Mexicano”, 27 pp. Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, octubre 2006, consultado en junio de 2015 de:


[3] Molinar Horcasitas, Juan. Op. Cit., p. 55.

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