La reforma constitucional de 1963 hizo que el sistema político mexicano se reforzara,
se aprobó el derecho al pataleo y se
aceptó. Se mantuvo sin mayores cambios por doce años, hasta que en el proceso electoral de 1976, la no
aparición del principal partido opositor, el PAN en las boletas electorales,
debido a fuertes disputas internas, desequilibró el hasta entonces funcional sistema mexicano.
La elección de
1976 mostró que entre los intereses del PRI como parte y las necesidades del sistema de partido hegemónico como todo
existía una contradicción difícil de saldar: el sistema requería del
mantenimiento de una oposición bien diferenciada y relativamente autónoma, pues
de otro modo se dañaba su legitimidad; pero el mantenimiento de este tipo de
oposición era imposible sin que ésta se desarrollara, lo que terminaba por
minar al PRI. Control político absoluto y legitimidad eran incompatibles…[1]
Así, aunque la ausencia
panista del proceso electoral de 1976
regresó los niveles de votación a favor del PRI a sus mejores épocas y, pospuso
el paulatino crecimiento de voto blanquiazul, también sumergió al sistema político mexicano en un gran
descrédito y una grave carencia de legitimidad, con un candidato priista –José López Portillo– sin adversarios,
con unos partidos de “oposición” muy a modo –PPS Y PARM– y adhiriéndose con
gusto al PRI, y sobre todo teniendo al único verdadero partido opositor –PAN–
fuera de la contienda.
Como se puede apreciar en el cuadro 2.2, esta reforma de
1963 que abrió la posibilidad a los partidos opositores a tener una presencia
un poco más numerosa en la Cámara de Diputados a través de la representación
proporcional, mantuvo la férrea hegemonía del PRI sobre las demás fuerzas
políticas. Vemos que su porcentaje varía muy poco. Solo 1,5% menos de
diferencia entre la Legislatura de 1964 y 1976. Este cambio imperceptible,
sigue demostrando el excelente control sobre la Cámara de diputados y el
predominio de una mayoría calificada que gozó durante otras diez Legislaturas
continuas.
El sistema de partidos en la Cámara de diputados
|
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Sistema electoral diputados de partido con sistema de partido
hegemónico
(1964-1976)[2]
|
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Año elección
|
1964
|
1967
|
1970
|
1973
|
1976
|
Legislatura
|
XLVI
|
XLVII
|
XLVIII
|
XLIX
|
L
|
PAN
|
20
|
20
|
20
|
25
|
20
|
Porcentaje
|
9.52
|
9.43
|
9.39
|
10.82
|
8.44
|
PRI
|
175
|
177
|
178
|
189
|
195
|
Porcentaje
|
83.33
|
83.02
|
83.57
|
81.81
|
82.28
|
PPS
|
10
|
10
|
10
|
10
|
12
|
Porcentaje
|
4.76
|
4.71
|
4.69
|
4.32
|
5.06
|
PARM
|
5
|
5
|
5
|
7
|
10
|
Porcentaje
|
2.38
|
2.35
|
2.34
|
3.03
|
4.21
|
Total diputados
|
210
|
212
|
213
|
231
|
237
|
Pluralidad en la Cámara de Diputados y
mayorías parlamentarias 1964-1976.
[1]
Molinar Horcasitas, Juan. Op. Cit., p.
81.
[2] Cuadro realizado con base en los datos de
Reynoso, Víctor, “Sistemas de partidos y sistemas electorales en la federación
mexicana. Puebla y los congresos federales: dos casos contrastantes”, en Caja
negra, revista de Ciencias Políticas y Humanidades, número 7, año 2009, 67-77
pp. Y, con datos de Sainez, Alfredo, Los sistemas electorales y de partidos en
la composición del Poder Legislativo Mexicano, 27, Cámara de Diputados del
Honorable Congreso de la Unión, octubre 2006, consultado en junio de 2015,
disponible en: http://www.diputados.gob.mx/sedia/sia/redipal/REDIPAL-02-06.pdf.